La Guardia (en gallego y oficialmente A Guarda) es un municipio del sudoeste de Galicia, la población más meridional de la provincia de Pontevedra.
Comunica con Portugal por la frontera natural del río Miño por el sureste, con el Océano Atlántico por el oeste y con el ayuntamiento de El Rosal por el norte. Es accesible por la carretera PO-552 desde Tuy y desde Bayona, y desde Caminha por transbordador. Se encuentra a 50 km de Vigo y a 120 de Santiago de Compostela.
La altitud a nivel del mar no impiden al Monte de Santa Tecla y al Monte Terroso elevarse sobre 314 m y 350 m respectivamente, permitiendo excelentes vistas, especialmente desde el Monte de Santa Tecla donde se puede disfrutar de la desembocadura del río Miño, el océano Atlántico y los montes de Portugal y Galicia.
Monte de Santa Tecla.
El monte de Santa Tecla (en gallego Santa Trega) es una elevación de 341 m de altitud situada en el extremo más sudoccidental de Galicia, en el municipio de La Guardia.
Desde la cima de este monte, de pronunciadas pendientes, se domina la desembocadura del río Miño, el océano Atlántico y los montes de Portugal y Galicia, por lo que constituye un enclave estratégico habitado desde mucho antes del asentamiento del Castro de Santa Trega, como atestiguan petroglifos allí encontrados de más de 2.000 años de antigüedad.
En él, se encuentra la iglesia de Santa Tecla y cercano a la puerta del templo una lápida de piedra con multitud de marcas de cantería, colocada con ocasión del festival de 1979 en honor a los poveiros de Póvoa de Varzim (Portugal). Al parecer, se trata de una reproducción en piedra de la puerta de madera original de la ermita, que contenía esas marcas/siglas; es de destacar su similitud con las existentes en iglesias, monasterios, etc. en la Europa medieval.
En la actualidad, en la subida, antes de acceder al monte, hay una pequeña cabina de piedra que en ocasiones te cobran la cantidad de 1 euro por persona para subir en coche. Este dinero se destina a la conservación del monte.
Virgen de Santa Tecla.
Venerada en la ermita de Santa Tecla, en el monte del mismo nombre.
Miles de romeros acuden cada 23 de Septiembre a la Romería de Santa Trega, abogada de la cabeza y del corazón, aunque coincida la festividad en día laborable.
Desde primeras horas de la mañana, romeros de toda la comarca del Baixo Miño, especialmente de A Guarda y de O Rosal, se acercan hasta el santuario dedicado a la discípula de San Pablo, primera mártir del Cristianismo, para rezar y efectuar ofrendas florales en los Vía Crucis y posteriormente asistir a las tres misas rezadas que se celebraron a las ocho, nueve y diez de la mañana.
La eucaristía más concurrida, seguida por los fieles incluso fuera de la ermita, es la solemne, que se celebra a las once.
Al término de la misa, varias devotos, algunos con los pies descalzos, sacan en procesión la imagen de Santa Trega, que, acompañada por diversas autoridades civiles, militares y fieles es portada al compás de las notas musicales de un grupo de gaitas.
Una vez recogida la imagen en el santuario, los devotos pueden besar los relicarios de Santa Trega y del Lignum Crucis.
Después, los niños que portan las ofrendas son obsequiados por la Hermandad del Clamor con bolsas de caramelos. Seguidamente tiene lugar la concurrida “Poxa dos froitos”, que es seguida por centenares de personas. Pescado “do coiro” curado al sol, vino y licores de producción artesanal, marisco, frutas diversas, hortalizas mayoritariamente ristras de cebollas, espigas “reina”, tapetes, reproducciones de gamelas, postres caseros y otros productos, previamente ofrecidos a Santa Trega, son subastados entre los romeros. En algunos casos los precios de los cerca de un centenar de lotes son muy asequibles, algunos valen poco más de 6 euros y otros alcanzan los 150. La recaudación se destina a la Hermandad del Clamor, entidad eclesial que organiza esta romería, que finaliza con un “xantar” popular.
Ermita de Santa Tecla.
La Ermita está situada en el Pico de San Francisco, uno de los dos que tiene el Monte Santa Tecla (el otro, llamado Pico o Monte del Facho, tiene en lo alto unas antenas repetidoras). Según indica un documento del Arciprestzago de la Guardia, publicado en la web de la Diócesis de Tuy–Vigo, los documentos más antiguos que hay sobre la existencia de esta Ermita datan del siglo XII. La parte más antigua del templo, el presbiterio (es decir, el fondo de la iglesia), habría sido construida sobre otra ermita anterior, como se deduce de los vestigios visigóticos hallados en una excavación hecha en 1994. La Ermita perteneció al Monasterio de Santa María de Oya.
En el siglo XVI el templo fue alargado para dar cabida a la gran cantidad de fieles que acudían a él.
En el siglo XVII, ante la intesabilidad que presentaba la Ermita, fue asesurada por medio de arcos y contrafuertes. En 1962 se reformó su interior, perdiendo el retablo mayor barroco, el mismo estilo de los dos que aún se conservan, dedicados a la Asunción y a San Francisco de Asís. Los dos retablos están fechados en 1705.
La última reforma se hizo en 1994, cambiándose el piso, arreglando el tejado y añadiendo un artesonado de madera. Además, se procedió a la restauración de los citados retablos y de las tablas del siglo XVII que decoran la pared posterior al altar, ambas procedentes del Monasterio de Oya: una representa a Nuestra Señora del Mar y la otra a San Pablo, de quien era discípula Santa Tecla.
El crucero situado en su exterior data de 1685, y como curiosidad, en el lugar que debía ocupar la Virgen, hay una imagen de San Francisco de Asís, que muestra la gran influencia franciscana del templo.
La Ermita cuenta con dos reliquias: una de Santa Tecla, donada por el Arzobispo de Tarragona en 1951, y un Lignum Crucis (es decir, un trozo de la Cruz en la que murió Jesucristo) donado por el Padre Salvado. El relicario de Santa Tecla es de madera recubierta de plata, con una base de madera, y es de finales del siglo XVIII. El relicario del Lignum Crucis tiene forma de custodia situada sobre un cofre.
Castro de Santa Tecla.
El castro de Santa Tecla (Santa Trega en gallego) es un castro galaico y un sitio arqueológico que se encuentra en el contorno del monte de Santa Tecla, de 341 metros de altitud, en el extremo más sudoccidental de Galicia, en el municipio de La Guardia (Pontevedra) es un lugar privilegiado desde el que se domina todo el contorno de la desembocadura del Miño. Pertenece a la cultura castreña, el más emblemático y visitado de los castros gallegos. Fue declarado Monumento Histórico Artístico Nacional en el año 19312 y también tiene la consideración de Bien de Interés Cultural. En varias de las piedras del monte se encuentran petroglifos elaborados 2.000 años antes de la ocupación del castro, por lo que, según la tesis mantenida por Antonio de la Peña Santos, director de las últimas campañas de excavaciones sistemáticas en la década de los ochenta, tuvo una ocupación continuada entre los siglos I a. C., al poco de comenzar el proceso de romanización de Galicia, y el siglo I d. C., y a partir de ese momento comenzó un lento proceso de abandono, que bien pudo haber sido interrumpido con reocupaciones esporádicas temporales en época tardorromana.
Este dedal fue comprado en una de las tiendas que encontramos en el Monte de Santa Tecla, donde podemos encontrar muchos recuerdos de nuestra visita a este. También desde aquí observamos unas espléndidas vistas a la desembocadura del Río Miño y el país vecino, Portugal.
(Fecha de adquisición: 06/12/2015)
No hay comentarios:
Publicar un comentario