En primer lugar, vamos a hablar de la Virgen de Covadonga.
La Virgen de Covadonga, conocida popularmente como La Santina, es una imagen de la Virgen María que se encuentra en una cueva en Covadonga, concejo de Cangas de Onís, Principado de Asturias. Es la patrona de Asturias y una de las siete Patronas de las Comunidades Autónomas de España. La cueva es muy visitada y los peregrinos encienden muchas velas.
Según la tradición, la Virgen ayudó a los cristianos capitaneados por Don Pelayo, provocando un desprendimiento de rocas en la conocida como batalla de Covadonga, que diezmó el ejército árabe. Esta victoria es legendariamente considerada como el inicio de la Reconquista y la reinstauración de los reyes cristianos en la Península.
La imagen primitiva se perdió en un incendio. La actual talla data del siglo XVI y fue donada al Santuario por la Catedral de Oviedo en 1798.
Es una talla policromada cubierta de vestiduras y manto, aunque fue concebida para mostrarse sin el ropaje y el manto está pintado sobre la madera en un color azul verdoso adornado con flores rojas. La capa es de color rojizo con los bordes dorados, así como el cinturón y los bajos del faldón tallados en la escultura. La Virgen sostiene al Niño Jesús en su mano izquierda y en la derecha sujeta una rosa de oro. Sobre su cabeza, una corona dorada con perlas en sus aristas y brillantes incrustados. Del arco que describe la parte superior de la corona pende una paloma representando al Espíritu Santo, rodeada de un círculo de brillantes.
El Niño Jesús actual fue colocado en el año 1704, sobre la mano izquierda de la Madre. A lo largo del tiempo la imagen ha sido objeto de restauraciones y modificaciones. Así, el conjunto fue retocado en 1820; se reajustó en 1874. Tras ser robada y recuperada durante el periodo de la Guerra Civil fue restaurada por el Instituto Nacional de Conservación y Restauración de la Dirección General de Bellas Artes en 1971 y 1986.
La actual imagen de Covadonga estuvo en la cercana capilla de la Colegiata de San Fernando desde 1778 hasta 1820, en que fue llevada a la Cueva, donde se había habilitado una pequeña capilla para su custodia.
Fue coronada canónicamente en 1918, coincidiendo con el duodécimo centenario de la histórica batalla de Covadonga. Por este motivo la talla de la Virgen de Covadonga fue una de las primeras imágenes marianas de España en recibir la Coronación canónica, junto a la Virgen de Montserrat (Patrona de Cataluña), la Virgen de Candelaria (Patrona de Canarias), la Virgen de Guadalupe (Patrona de Extremadura) y la Virgen de los Desamparados (Patrona de Valencia), entre otras.
Los días 21 y 22 de agosto del año 1989 el papa Juan Pablo II visitó el santuario y rezó y ofició misa en la Santa cueva de Covadonga.
La imagen de la Santina fue robada de su cueva y llevada a París en 1939, aunque no fue objeto de profanación alguna. Terminada la Guerra, se hizo cargo de la Embajada española en París el doctor Pedro Abadal, quien comunicó el hallazgo de la imagen en París y el mismo Pedro Abadal trasladó la imagen en su coche cerrado desde la embajada de España en París, donde fue encontrada, hasta la frontera con España.
El día 11 de junio de 1939 entraba triunfalmente en España la imagen de la Santina. La ciudad de Irún se disponía a recibirla con una extrema exaltación de religiosidad. El mismo entusiasmo suscitó la Santa Imagen en San Sebastián, Loyola, Mondragón, Vitoria, Valladolid y León. El día 13 llegaba a Asturias entrando por Pajares.
Pasó nueve días en la Catedral de Oviedo, visitó Gijón, Avilés y varios pueblos hasta que por fin llegó a Covadonga donde con gran entusiasmo se entronizaría. Fue recibida en el llamado campo del Repelao por el Cabildo de la Colegiata el 6 de agosto, depositándose la imagen de la Virgen en la Santa Cueva de Covadonga a la una y media de la tarde.
Y ahora, vamos a saber algo más sobre el famoso Puente de Cangas de Onís.
El Puente Romano de Cangas de Onís es una construcción situada sobre el río Sella en la primera sede del Reino de Asturias, Cangas de Onís, y que separa los concejos de Cangas de Onís y de Parres, pese a servir de frontera, en las escrituras se especifica que el Puente Romano pertenece en su totalidad al concejo de Cangas de Onís, y no la mitad a cada concejo.
Aunque es conocido como el puente romano, es construcción medieval de tiempos del reinado de Alfonso XI de Castilla y de León con su famoso arco peraltado y otros dos arcos menores que son desiguales. Este puente bien pudiera ser una reconstrucción de otro anterior de origen romano, aunque no hay prueba alguna de ello. Esta construcción es conocida como el puentón.
Está declarado Monumento Histórico Artístico. De su arco central cuelga una reproducción de la Cruz de la Victoria.
En sus aledaños suelen ir a pescar salmones numerosos ribereños de la zona del río Sella.
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