martes, 1 de septiembre de 2015

107. Dedal ASTURIAS // ASTURIAS´ Thimble

Dedal vestimenta típica de Asturias – hombre.
En esta ocasión, me gustaría mostraros otros dos dedales que nos muestran el traje típico o tradicional de otra región de las que forman España. Esta vez, nos vamos al Principado de Asturias para poder ver su traje típico. Son dedales de una tienda llamada “El Trasgu de la Catedral“. Estos dedales me los regaló mi amiga, vecina y peluquera Rocío, aunque yo desde bien pequeñita la llamo Yiyo. Como podéis observar, el primero de los dedales es el del asturiano.

El traje tradicional del Principado de Asturias se basa en los utilizados a lo largo de los siglos XVIII y XIX por las clases acomodadas y las gentes llanas de la sociedad en las diferentes situaciones y eventos sociales, y que hoy en día se siguen vistiendo especialmente en festividades y actos folclóricos, así como por los grupos de danza tradicional. Tiene diversas similitudes con los trajes regionales de otras comunidades cercanas. Así mismo, existen diversos vestidos tradicionales en función de la zona de Asturias.

Traje masculino. En los hombres el traje está formado por el calzón o pantalón de paño o pana que llega hasta la rodilla, y pueden ser de colores variados según la zona. Solía ir abierto en el borde exterior de la pernera y se abrochaba con varios botones. En la parte superior, llevan camisa blanca cubierta por un chaleco del mismo color que el calzón o distinto, y en la cintura por encima del calzón y la camisa, la faja normalmente roja. En la cabeza, los asturianos llevan montera, una de las prendas más representativas de la indumentaria tradicional de Asturias, que es un gorro de paño que servía como protección de la lluvia. En los pies también visten madreñas (zuecos de madera) o zapatillas de suela de esparto.
  • Camisa: De cerro o de estopa, es decir, siempre en telas de lino. Ancha en el cuerpo y en las mangas, abierta hasta el pecho, abrochando con botones de hilo y con lorzas a ambos lados de la botonera. Puede llevar cuello o tira.
  • Calzoncillos: Largos, llegando hasta las rodillas. Asomaban un poco por debajo del calzón y normalmente se remetían por las medias. Se hacían siempre de lino.
  • Medias o calzas que llegaban hasta la rodilla. Eran de lana de distinto grosor, según la estación en la que se usaran. Las había de patín y de peal, se diferenciaban porque estas últimas carecían de pie e iban sujetas con una trabilla o una tira de tela. Los colores más habituales eran el natural de la lana, o el azul o negro.
  • Ligas: Tanto las medias de los hombres como las de las mujeres se sujetaban bajo la rodilla con unas ligas que daban varias vueltas a la pierna.
  • El calzón largo sería un pantalón de longitud normal, es decir que llegaría hasta los tobillos. Ambos tipos de calzón serían usados indistintamente por los vecinos como atestiguan las reproducciones artísticas que plasmaban la vida cotidiana del campesino asturiano. No tenían aberturas laterales pero si aplicaciones de telas distintas que servían a la vez de refuerzo y adorno. Estos remontes podían cubrir toda la pernera a partir de la rodilla, o disponerse sobre las costuras laterales de la prenda, a modo de tapa. En cuanto a su género y colores estos eran iguales a los de los calzones cortos.
  • El calzón corto podría asimilarse a un pantalón corto que cubriría de la cintura a las rodillas. Tenía unas aberturas a los lados de las perneras que se cerraban con botones. A veces estas aberturas se adornaban con piezas de tela de otro género a modo de pequeño volante. La trincha es la pieza que ceñía la cintura, tenía un cordón o gordón que pasaba por unos ojales que junto con los botones servía para sujetar la prenda y hacía de faja. El calzón se hacía de paño o tela y sus colores solían ser oscuros, pardos o negros, dándose también prendas en amarillo, verde o rojo.
  •  Xugón o xilecu: Prenda correspondiente al chaleco actual. Se llevaba bajo la chamarra y sobre la camisa. Cubría de los costados a la cintura muy ajustado al cuerpo. En sus bolsillos se guardaba el reloj y el dinero. La pieza de la espalda se solía hacer de una tela distinta, más vistosa, incluyéndose bordados decorativos. En cuanto al color y la tela, esta solía ser el paño o la bayeta, mientras que los colores eran diversos, según la edad del hombre. Los mayores solían llevar el chaleco entonado con la chamarra, en tonos oscuros, y los jóvenes utilizaban colores más vistosos como el rojo o verde oscuro.
  • Faja: una banda de lana o algodón que daba cuatro vueltas y media alrededor de la cintura cubriendo en parte el calzón y el chaleco. Para diario solían ser negras o moradas y en los días de fiesta se ponían azules y coloradas. Las de lana se usaban en invierno y las de algodón, más frescas, se reservaban para la época estival.
  • La chamarra o chaqueta era corta, ya que no pasaba de la cintura. Se ajustaba al cuerpo y su función era preservar del frío Tenía un cuello alto, pespunteado y bordado en su parte central. Estos adornos le daban solidez para mantenerse erguido. También llevaba bolsillos añadidos y algunos adornos que servían de refuerzos en las zonas de mayor roce aunque por lo general el atavío del varón era más austero que el de la mujer. El género de la chamarra era el paño, la bayeta o la estameña, principalmente, pudiendo encontrarse prendas con forros de otras telas en colores vivos.
  • Escarpines: son una especie de calzas interiores realizadas en tela gorda con el fin de abrigar y proteger el pie. Se utilizaban tanto para calzar madreñas como con las coricies. Se sujetaban con un botón que ceñía el tobillo. Las coricies eran el calzado de verano. Se hacían con cuero grueso al que se le daba la forma del pie. Se sujetaba con cuerdas del mismo material que se pasaban por ojales practicados en la pieza.
  • Madreñas: calzado típico de diario, de madera. Como su nombre indica, era el más apropiado para el frío y la humedad. Las madreñas tradicionales de escarpín eran más cerradas que las de hoy en día, que están adaptadas al uso de zapatillas, y cada zona tenía su tipo particular.
  • Los zapatos y las botas eran considerados un artículo de lujo que por su precio debía de conservarse largo tiempo. Es por ello que solo se usaban los domingos y en aquellos acontecimientos de especial relieve. Los zapatos que más se extendieron eran los manufacturados en la villa de Noreña, aunque también eran apreciados los zapateros de Pimiango.
  • Palo: complemento indispensable de todo mozo, llegando a ser símbolo de su dueño, y arma de uso corriente en romerías y otras fiestas. Los palos se adornaban con dibujos hechos a navaja o a fuego, y en ocasiones se reforzaban con tachuelas para hacerlos más contundentes. Las maderas más utilizadas eran el acebo, el avellano, el espino albar, la encina y el roble.
  • Montera: el tocado masculino más característico. La montera más conocida es la llamada picona que se divide en cuatro partes, el casquete, ala, reborde y forro. El casquete es la pieza que cubre la cabeza, en su lado izquierdo lleva el ala que tiene forma de triángulo equilátero y la función de abrigar la cabeza. El reborde se encuentra en el lado opuesto al ala, el forro sirve de armazón de la montera para que el sombrero tenga la consistencia necesaria y todas sus piezas se mantengan erguidas. Solía ser de bayeta o muletón.
  • Pañuelo: la prenda que en acontecimientos de gala se ponían con la montera, no estando su uso generalizado. Tapaba toda la cabeza y se ataba a un lado o hacia atrás. Había pañuelos de dos tipos: el más corriente, de cuadros blancos y azules, llamado pañuelo de yerbes, y el estampado, conocido como pañuelo pintón.
  • Polainas: sobrecalzas de paño oscuro y recio que abrigaban el pie y llegaban hasta la rodilla. Se sujetaban con una hilera de botones que estaban en la parte exterior de la pantorrilla.
  • Chamarreta: prenda de abrigo para los días de frío. Se ponía debajo del xugón y estaba hecha de bayeta o estambre, generalmente de colores vivos, como amarillo, rojo y verde. Sus cortes eran los mismos que los de la chamarra.
  • Levita: una especie de capote para ir al monte con el ganado.
  • Capa: prenda que se utilizaba en los días más señalados. Era de paño, en color negro o pardo oscuro. La capa era considerada por muchos asturianos imprescindible, y solían ahorrar para comprarla y estrenarla el día de su boda. También era costumbre llevarla en bautizos, funerales y acontecimientos de pompa. Pese a estar concebida para resguardar de las inclemencias del tiempo, su elevado costo hacía que su uso nunca fuera diario. La capa asturiana tenía mucho vuelo, llegando hasta por debajo de las rodillas. Tenía una esclavina que tenía que tapar los codos y un cuello alzado que tenía que estar bien erguido. También podía llevar los bordes listados con pasamanería en el mismo tono de la capa. Esta cenefa, generalmente lisa, también podía decorarse con dibujos geométricos.
  • Botones y relojes. Por su parte, la indumentaria masculina utilizaba como adornos los botones, a veces de gran valor, hechos de oro, plata o trabajados con filigrana, así como los relojes de bolsillo sujetos con una cadena al ojal del xilecu.
Hay una variante que es el traje de porruanu. Sobre la denominación de esta indumentaria masculina se ha dicho mucho. La creencia más común es que tal nombre proviene de una anécdota: Un vecino de Porrúa fue el último que vestido de tal manera se paseaba por sus calles y que, la gente al verlo pasar, exclamaba “mira al porruanu”. Así tal nombre pasó a definir estos ropajes. Actualmente estos trajes pueden alquilarse o comprarse, y su elaboración forma parte de la artesanía local de Llanes.

(23/03/2015)

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