Galicia (en gallego Galicia, también Galiza) es una comunidad autónoma española, considerada nacionalidad histórica, situada en el noroeste de la Península Ibérica y formada por las provincias de La Coruña, Lugo, Orense y Pontevedra, las cuales se dividen en 314 municipios que se agrupan en 53 comarcas. Geográficamente, limita al norte con el mar Cantábrico, al sur con Portugal, al oeste con el océano Atlántico y al este con el Principado de Asturias y con la comunidad de Castilla y León (provincias de Zamora y de León).
A Galicia pertenecen el archipiélago de las islas Cíes, el archipiélago de Ons, y el archipiélago de Sálvora, así como otras islas como Cortegada, Arosa, las Sisargas, o las Malveiras.
Galicia posee 2747558 habitantes (INE, 1 de enero de 2014), con una distribución poblacional que aglomera la mayor parte en las franjas costeras comprendidas entre Ferrol y La Coruña en el noroeste y entre Villagarcía, Pontevedra y Vigo en el suroeste. Santiago de Compostela es la capital política de Galicia, dentro de la provincia de La Coruña.
Galicia está definida en el artículo primero de su Estatuto de autonomía como una “nacionalidad histórica”. Tiene una fuerte vinculación histórica con el Reino de Galicia.
En la Antigüedad los griegos denominaban a la zona noroccidental de la Península Ibérica (una zona más amplia que la actual Galicia) kalekói (καλλαικoι), que era el nombre con que sus habitantes se conocían a sí mismos. El topónimo procede de la denominación de los pobladores celtas que arribaron en dos oleadas sucesivas, la primera en torno al 1800 a. C. y la segunda en torno al siglo IV a. C. (celtas de Hallstatt). El topónimo evolucionó a Gallaecia bajo la administración romana. En la época medieval se constituyó como reino independiente, con el nombre de Reyno de Galicia formando parte posteriormente del Reino de León, aunque mantuvo su carácter formal de reino (Reyno de Galicia) el territorio de la actual comunidad autónoma hasta la división territorial de 1833, momento en el cual se crearon las actuales provincias gallegas, y desaparecieron formalmente los antiguos reinos. En el período transicional entre la Edad Antigua y la Edad Media la zona fue llamada ocasionalmente Suevia debido a que en este territorio fue el centro en el cual se establecieron las etnias invasoras de los germanos suevos (o suavos).
El topónimo Galiza era usado en el gallego medieval junto con el topónimo Galicia. Sin embargo, la forma Galiza cayó en desuso durante los “Séculos Escuros”, mientras que la forma Galicia fue la única que siguió empleándose de forma ininterrumpida a lo largo de la historia en la lengua hablada.
En el siglo XIX, durante el “Rexurdimento” de la lengua gallega, se recupera el uso de Galiza por parte de intelectuales y literatos.
Actualmente, las normas ortográficas y morfológicas del idioma gallego también aceptan Galiza como forma legítima en gallego junto a la forma Galicia. Sin embargo, la única forma oficial para designar a la comunidad autónoma es Galicia. En la lengua oral predomina la forma Galicia.
La denominación Galiza ha venido siendo utilizada por un sector amplio del nacionalismo gallego, aunque también existen sectores que han venido utilizando la forma Galicia.
El territorio de Galicia tiene una superficie total de 29.574 km². Está comprendido entre 43º 47′ N39 (Estaca de Bares) y 41º 49′ N39 (frontera con Portugal en el Parque del Xurés) en latitud. En longitud, entre 6º 42′ O39 (límite entre Orense y Zamora, concretamente en la Estación Invernal de Trevinca (Orense)) y 9º 18′ O39 (conseguido prácticamente en dos lugares: cabo de la Nave en Finisterre y cabo Touriñán).
El centro geográfico de Galicia se sitúa en un bosque en la aldea de A Vila, parroquia de Borraxeiros, en el municipio de Agolada (Pontevedra). Se obtiene como la media de los valores máximos y mínimos de latitud y longitud:
- Norte 43,7924041112 Estaca de Bares (La Coruña).
- Sur 41,8072541522 Feces de Abaixo (Orense).
- Este -6,734324529 Estación Invernal de Trevinca (Orense).
- Oeste -9,29885967 Cabo da Nave (La Coruña).
En la geografía gallega destaca el contraste entre el relieve costero y el del interior, más elevado que el primero. También contrasta la morfología entre las llanuras elevadas septentrionales y las sierras y depresiones meridionales.
El aspecto orográfico que presenta Galicia en su interior es de montañas bajas y romas, con multitud de ríos, estructurados como tributarios del río Miño en el interior, y en las cuencas atlántica y cantábrica, ríos más cortos (en particular los que van al mar Cantábrico). Las pendientes suaves a veces ceden el paso a laderas escabrosas, como ocurre en los Cañones del Sil. En otras zonas aparecen amplios valles, si bien son minoritarios.
La costa gallega cuenta con 1500 kilómetros y se caracteriza por la presencia de las rías. Las rías están tradicionalmente divididas en Rías Altas (Ribadeo, Foz, Vivero, Barquero, Ortigueira, Cedeira, Ferrol, Betanzos, La Coruña, Corme y Lage y Camariñas) y Rías Bajas de mayor tamaño, se encuentran al sur de Finisterre como punto más occidental de Galicia (Corcubión, Muros y Noya, Arosa, Pontevedra y Vigo). Entre las Rías Altas se hace continuamente una división entre las denominadas propiamente Rías Altas (al este de Estaca de Bares) y las Rías Medias.
Las rías destacan por su importante ayuda a la pesca de Galicia, contribuyendo a que la costa gallega sea una de las zonas pesqueras más importantes del mundo.
La erosión del océano Atlántico en la costa gallega también contribuyó a la presencia de multitud de cabos entre los que destacan Estaca de Bares (punto más al norte de Galicia y la separación entre el océano Atlántico y el mar Cantábrico), cabo Ortegal, cabo Prior, Punta Santo Adrao, cabo Vilán, cabo Touriñán (punto más occidental de Galicia), cabo Finisterre, considerado por los romanos como el fin del mundo conocido, y el cabo Silleiro que cierra por el sur la ría de Vigo.
A lo largo de la costa gallega se encuentran cerrando las rías un gran número de archipiélagos que destacan tanto por sus fondos marinos como por sus colonias de aves marinas. Se calcula que en la costa de Galicia hay 316 archipiélagos, islotes y peñascos, según un inventario realizado en el año 2007. Los principales grupos de islas son los archipiélagos de Cíes, Ons, Sálvora así como las islas de Cortegada (junto con los tres archipiélagos anteriores forman el Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia), Arosa, Sisargas y Malveiras.
El aspecto orográfico gallego en su interior es de montañas bajas y romas. Las pendientes suaves a veces ceden el paso a laderas escabrosas, como acontece en los cañones del río Sil. En otras zonas aparecen amplios valles, si bien son minoritarios.
Galicia es recorrida de norte a sureste por dos fallas tectónicas, partiendo las características del suelo gallego por dichos lugares. Una de estas fallas forma el escalón rectilíneo que se encuentra en la costa sudoccidental gallega entre el cabo Silleiro y la desembocadura del Miño, donde pueden verse facetas triangulares que marcan nítidamente la separación costera entre el continente y el mar. Por otra parte, los manantiales termales presentes en varias partes de Galicia (por ejemplo, en Orense) marcan el trazado de las fallas que atraviesan el territorio gallego. Así, se encuentran en la zona de Porriño canteras de granito, una roca muy abundante en buena parte de Galicia, pero ausente en el extremo nordeste, lo cual se nota en la arquitectura dominante: las construcciones defensivas (castros, murallas), puentes y las obras tanto civiles como religiosas emplearon tradicionalmente bloques de granito en la mayor parte de Galicia, mientras que en el noreste se ha venido empleando otros materiales de construcción, como puede verse en la muralla romana de Lugo, construida con lajas de pizarra. Las principales cadenas montañosas de Galicia son las sierras de O Xistral (norte de Lugo), Los Ancares (frontera con León y Asturias), O Courel (frontera con León), O Eixo (frontera entre Orense y Zamora; a 2124 metros se encuentra Peña Trevinca, el techo de Galicia), Macizo de Manzaneda (corazón de la provincia de Orense), O Faro (frontera entre Lugo y Pontevedra), Cova da Serpe (frontera Lugo y La Coruña), Montemayor (provincia de La Coruña), Montes do Testeiro (entre Pontevedra y Orense), A Peneda, y las de O Xurés y O Larouco (frontera entre Orense y Portugal).
Las principales cimas de Galicia son Peña Trevinca (2127 m), Peña Negra (2121 m), Peña Surbia (2095 m) (los tres primeros están en la Sierra do Eixo, Macizo de Peña Trevinca), Alto do Torno (1944 m) (Sierra Segundeira, Macizo de Peña Trevinca), Mostallar (1935 m) (Sierra de Ancares), Maluro (1925 m) (Macizo de Peña Trevinca), Penalonga (1896 m), Lagos (1867 m), Cuerno Maldito (1858 m), Peña Rubia (1822 m), Tres Obispos (1798 m) (estos cinco localizados en la Sierra de Ancares) y Cabeza de Manzaneda (1778 m).
Galicia mantiene una buena cantidad de cursos fluviales. En general, y debido a su pequeñez, salvo el Miño en su desembocadura o en los muchos embalses, los ríos no son navegables (excepción hecha para pequeñas barcas en el tramo final sin pendiente de algunos, que propicia la celebración de fiestas semi-acuáticas como las llamadas “zaleas”).
Vinculado con su hidrografía destaca la Reserva de la Biosfera Terras do Miño que se extiende por la cuenca alta del río Miño, en la provincia de Lugo y comprende los territorios pertenecientes a los ayuntamientos de Orol, O Valadouro, Muras, Alfoz, Mondoñedo, Abadín, Germade, Vilalba, Pastoriza, Riotorto, Guitiriz, Cospeito, Meira, Begonte, Rábade, Castro de Rey, Otero de Rey, Pol, Lugo, Friol, Castroverde, Guntín, O Corgo, Baralla, Páramo y Láncara.
Son ríos muy cortos en la vertiente cantábrica y algo más largos en la atlántica, con las excepciones nuevamente del Miño y el Sil que tienen una longitud de varios cientos de kilómetros.
En Galicia existen muchos embalses para la producción de energía eléctrica, debido al caudal, pendiente y angostura, lo que produce también el fenómeno de los cañones, como los célebres cañones del Sil (muchos de ellos aprovechados para embalses).
En general, Galicia tiene un clima suave de influencia oceánica. Aun así, la irregular orografía tiene como consecuencia la existencia de múltiples microclimas, con fuertes variaciones en áreas con poco más de 200 km².
A grandes trazos, se pueden distinguir las siguientes zonas:
- Las Rías Altas y el interior de la provincia de La Coruña, con un clima oceánico húmedo. Registra el mayor índice de precipitaciones de Galicia.
- La Mariña luguesa, con un clima oceánico suave con temperaturas bajas todo el año.
- El interior, con un clima oceánico casi continental.
- Las Rías Bajas, con un clima oceánico suave.
- El curso fronterizo del río Miño, con un clima muy próximo al mediterráneo suave.
- La Ribeira Sacra, con un clima continental muy cálido propiciado por el Valle del río Miño y los diversos montes que rodean la ciudad de Orense. En el verano se dan seguido registros con temperaturas entre las máximas de toda la Península, que llegan a superar los 40 °C.
El territorio gallego tiene una temperatura media anual ponderada de 13,3 °C. Durante el invierno la temperatura media alcanza los 8,5 °C, en la primavera llega a los 15 °C, en el verano a los 19 °C y durante el otoño a los 11 °C. Es, por lo tanto, en el primer tercio del año (meses de enero a marzo) cuando se dan los valores más bajos de temperatura para la mayor parte de Galicia. Es en la zona atlántica de Galicia –provincias de La Coruña y Pontevedra– donde se registran las temperaturas medias anuales más elevadas, superando ligeramente los 14 °C y siendo de 1 a 2 °C más altas que las de Lugo y Orense, respectivamente. Los valores medios normalizados van desde mínimos por debajo de los 6 °C en las montañas de las sierras orientales y sudorientales (Los Ancares y O Eixo), hasta máximos superiores a los 15 °C en las áreas costeras a baja altura, especialmente en las Rías Bajas. La distribución espacial de las temperaturas presenta una variación costa-interior, relacionada con la presencia del océano Atlántico -que tiene un efecto de regulador térmico en las zonas costeras e incluso en zonas más interiores-, y una variación norte-sur, en relación con el balance anual entre las componentes climáticas temperada y subtropical. En conjunto, marcan un efecto diagonal NW-SE de disminución de la temperatura, es decir, se podría trazar una línea desde Tuy hasta Ribadeo que se diferenciaría de las zonas principales climáticas en Galicia, una con temperaturas más suaves (la costa) y otra con temperaturas más continentales (el interior).
Este bonito dedal de la comunidad autónoma gallega lo compré en la capital de esta, Santiago de Compostela, en una de las tiendas de souvenirs que podemos encontrar paseando por las calles de la ciudad. Concretamente este dedal lo compré en uno de los bazares que hay en la Rúa do Vilar.
(Fecha de adquisición: 09/10/2015)
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