Dedal fondo azul de Praga. República Checa. |
En esta nueva entrada, me gustaría mostraros otro de los dedales que me regaló mi amiga Nuria. En esta ocasión este dedal me lo trajo de la ciudad de Praga. Como podéis observar es un dedal de porcelana en el que podemos ver una de las vistas más conocidas de la ciudad, ya que es una vista en un tono azulado del Puente Carlos y de uno de los márgenes del río, en el que podemos ver la ciudad de Praga vieja. A continuación, os dejo información sobre la ciudad.
Praga (Praha en checo) es la capital de la República Checa, tal y como recoge la Constitución del país. Antes fue capital del Reino de Bohemia y de Checoslovaquia. También es la capital de la región de Bohemia.
Situada a orillas del río Moldava, tiene aproximadamente 1,2 millones de habitantes, lo que la convierte en la ciudad más poblada del país. El área metropolitana de Praga cuenta con una población de 1,9 millones de habitantes.
Desde 1992 el casco histórico de la ciudad es Patrimonio de la Humanidad. Su belleza y patrimonio histórico la convierten en una de las veinte ciudades más visitadas del mundo.
Praga se ha desarrollado desde el siglo IX, convirtiéndose en una de las capitales más importantes de Europa en los siglos XVIII y XIX. Sin embargo, en el siglo XX sufrió las dos guerras mundiales y, principalmente, la dictadura nazi. Tras la segunda guerra, quedó dentro de la esfera de influencia soviética. Tras la Revolución de terciopelo y la caída del Muro de Berlín la ciudad se ha ido adaptando a la economía de mercado.
Por sus características Praga es considerada como una ciudad global de “clase Beta+”, a la altura de Roma, Atenas o Berlín.
Según las leyendas de la Princesa Libuše vio muchas profecías de su castillo Libušín, que se encuentra en el centro de Bohemia. En una profecía, se le dijo, ella preveía la gloria de Praga. Un día ella tuvo una visión:
“Veo una gran ciudad, cuya gloria se tocan las estrellas! Veo un lugar en medio de un bosque donde un empinado acantilado se eleva sobre el río Moldava. Hay un hombre, que es el trabajo umbral (prah) de la casa. Un castillo llamado Praga (Praha) que se construyó allí. Así como los príncipes y los duques encorvarse delante de un umbral, que se inclinará al castillo a la ciudad y en torno a ella. Será honrado, privilegiado con gran renombre y alabanza por todo el mundo”.
Otros historiadores afirman que el nombre de la capital tiene su origen en la palabra eslava Prga, que significa “harina tostada”, debido a la aridez del lugar elegido para construir el castillo de Praga.
Por último algunos opinan que el origen es la palabra checa Prahy, que significa “rápidos”, por los rápidos del río Moldava, a cuyas orillas se asienta la ciudad.
Los primeros vestigios en el lugar que hoy ocupa Praga datan del Paleolítico. El primer asentamiento estable se considera que fue el de la tribu celta, hacia el siglo VI a.C. se estableció al sur de la actual Praga. La población se denominaba Závist. Posteriormente esta tribu fue reemplazada por el pueblo germánico y más adelante por los eslavos, que permanecieron desde el siglo IV, aunque durante un período fueron dominados por los ávaros.
Fue fundada en la última parte del siglo IX con la construcción del castillo en la ribera derecha del río Vltava. Según la leyenda por Libuše, quien se casó posteriormente con Přemysl e inició la dinastía Přemyslida. Este castillo es conocido como Vyšehrad y no es el actual castillo de Praga, que se erigió en el lado opuesto del río.
Praga muy pronto se convirtió en el asentamiento de los reyes de Bohemia, algunos de los cuales reinaron como emperadores del Sacro Imperio Romano. En el siglo XIII el rey Otakar II funda el barrio de Malá Strana (lado pequeño), que se asienta en el lado opuesto del río.
La ciudad floreció durante el siglo XIV bajo el reinado de Carlos IV, quien ordenó la construcción de la Nueva ciudad, unió los núcleos urbanos en ambas márgenes del río a través del famoso Puente Carlos (que sustituye a un puente anterior del siglo XII que se derrumbó en 1342) y propició la construcción de la primera Universidad de Europa central.
En el siglo XV, debido a agitaciones políticas y religiosas entre Jan Hus y el rey Segismundo se desarrollaron las guerras husitas.
Bohemia entró a formar parte de los dominios de los Habsburgo en 1526, por lo que Praga fue capital de una provincia austríaca. A principios del siglo XVII la elección de Fernando II, católico, como rey de Bohemia causó ira entre los nobles bohemios, de confesión protestante. Cuando Fernando II envió dos concejales católicos para preparar su llegada a Praga, éstos fueron secuestrados y arrojados por una ventana del castillo, lo que se conoce como la Defenestración de Praga. Estos hechos desembocaron en la guerra de los Treinta Años, cuya consecuencia principal fue la soberanía de las provincias alemanas, a pesar de permanecer bajo el Imperio Germánico.
En los siglos XVIII y primera mitad del siglo XIX, Praga gozó de un gran crecimiento económico, que atrajo a mercaderes y nobles de toda Europa. La ciudad se desarrolló rápidamente y se construyeron iglesias y palacios, muchos según el nuevo estilo del Barroco.
Durante la dominación austrohúngara, en el siglo XIX se convirtió en el centro del nacionalismo checo y su actividad cultural e intelectual fue brillante, construyéndose el Museo Nacional, el Teatro Estatal y el Rudolfinum.
En 1918, como consecuencia de la Primera Guerra Mundial, se fundó Checoslovaquia, y el nuevo presidente de la república Tomáš Masaryk hizo de Praga la sede de su gobierno y capital del Estado checo.
Entre 1939 y 1945 el ejército de Hitler ocupó Praga. La ciudad, hasta el momento de carácter multiétnico, asistió a la persecución nazi del pueblo judío. Muchos fueron capturados y enviados a campos de concentración, donde la mayoría fueron exterminados. En 1945 el ejército estadounidense bombardeó la ciudad al confundirla con Dresde, causando la furia de los checos. Pocos días más tarde el ejército soviético liberó la ciudad y los ciudadanos checos se tomaron la venganza por su mano, causando la muerte de ciudadanos de origen alemán.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la República Checa pasó a formar parte del bloque comunista, bajo la protección de la Unión Soviética. En 1968 estalló la Primavera de Praga, un movimiento que pretendía reformar el inmovilista socialismo soviético, que fue duramente reprimida con la invasión de los ejércitos del Pacto de Varsovia.
En diciembre de 1988, el primer ministro soviético Mijaíl Gorbachov anunció la llamada Doctrina Sinatra, la cual establecía que la Doctrina Brezhnev sería abandonada y que los países de la Europa del Este podrían hacer lo que consideraran conveniente. A finales de 1989, con la caída del muro de Berlín, Praga abandonó el socialismo. Praga fue el centro de la Revolución de Terciopelo que propició la caída del comunismo en el país. La vigencia de la doctrina Sinatra contribuyó a acelerar los cambios que terminaron por hacer colapsar a los gobiernos socialistas prosoviéticos de la Europa del Este a finales de 1989 e inicios de 1990. Los ahora nuevos gobiernos prooccidentales de la Europa oriental fueron fervientes partidarios de la pronta disolución del Pacto de Varsovia y de la Comecon. La disolución oficial del Pacto de Varsovia terminó siendo aceptada de forma pacífica por la Unión Soviética y se formalizó en la reunión de Praga el 1 de julio de 1991.
Dos años después, en 1993, se decidió pacíficamente la disolución de Checoslovaquia y su división en la República Checa y Eslovaquia. Praga pasó a ser la capital de la República Checa.
En septiembre de 2000 las Protestas de Praga contra la globalización durante la cumbre del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial derivaron en una guerrilla urbana contra la policía. Más de 15 000 manifestantes participaron en una de las mayores protestas de la historia contra la globalización y el capitalismo.
En agosto de 2002 el río Moldava se desbordó con un caudal superior a los 5100 m³/s causando graves daños en la ciudad. Ésta necesitó dos años para recuperarse.
(Fecha de adquisición: 10/04/2015)
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