Este dedal lo compré en uno de los numerosos kioskos de venta de souvenirs que se pueden encontrar cuando vas caminando por la zona vieja de la ciudad, este kiosko concretamente es de la franquicia que se llama “Horowitz & Weege. Wien*Souvenirs*Vienna“, y está situada en la Kärntner Str..
En el dedal que os enseño en esta entrada podemos observar:
Escudo de Austria.
El escudo de Austria data del año 1919. Es un águila de sable, con las alas extendidas que porta sobre su pecho el escudo del antiguo ducado de Austria que es un campo dividido en tres franjas horizontales del mismo tamaño, de gules la superior y la inferior, de plata, la central. El águila porta en sus garras, una hoz que es el símbolo de la agricultura (con la izquierda) y un martillo por la industria (en la derecha), ambos de oro. También sostiene entre sus patas una cadena rota de plata. El águila aparece coronada con una corona mural, símbolo de la República que es la forma de gobierno vigente en el país (inicialmente representaba a la clase media).
El escudo introduce algunas modificaciones pero es muy similar a las versiones adoptadas en 1919 y 1934. Todas ellas provienen del escudo de los Emperadores de Austria al que se le eliminaron algunos elementos, como una de las dos cabezas del águila (que era bicéfala, salvo en la versión de 1934), tres coronas (imperial la superior y reales las que se situaban sobre las cabezas del águila), el collar de la Orden del Toisón de Oro (en algunas versiones aparecían más órdenes) o los cuarteles con los símbolos otros territorios que dominaron los Habsburgo.
Entre el 11 de noviembre de 1918 y el 8 de mayo de 1919, en Austria se utilizó un escudo conocido como emblema de la torre que fue diseñado personalmente por el canciller Karl Renner. En este escudo aparecían representados: una torre (símbolo de la burguesía), dos martillos (símbolo de la clase obrera) y una corona de espigas de trigo (símbolo de los agricultores). En el emblema de la torre se incorporaron los colores germánicos (negro-rojo-amarillo), adoptados por la Confederación Germánica.
Bandera de Austria.
La bandera de Austria está formada por tres franjas horizontales de igual anchura, de color rojo la superior y la inferior, y blanco la central. La bandera del Estado añade el escudo nacional en la esquina derecha. Esta bandera fue adoptada oficialmente el 1 de mayo de 1945.
Junto con la bandera de Dinamarca, la bandera austríaca es una de las más antiguas del mundo.
Según un relato legendario, la bandera fue inventada por el Duque Leopoldo V de Austria (1157-1194) tras la dura batalla de Acre en 1191, durante las Cruzadas, cuando sus ropajes de color blanco quedaron totalmente manchados de sangre, excepto la parte que tapaba su cinturón, que quedó blanca.
En realidad, la bandera fue diseñada en el siglo XIII por el Duque Federico II de Austria (1210-1246), el último de la dinastía Babenberg, quien buscaba una mayor independencia del Sacro Imperio Romano Germánico. La representación más antigua de este diseño se encuentra en un escudo conservado en el monasterio de Lilienfeld, que data del 30 de noviembre de 1230.
Desde 1804, cuando se formó el Imperio austríaco liderado por la Casa de Habsburgo, la bandera adoptada utilizó los colores de la Casa de Habsburgo: amarillo y negro. En 1869, tras el Compromiso de 1867 del Emperador Francisco José I que dio origen al Imperio austrohúngaro, Austria adoptó el emblema imperial antiguo como suyo, mientras que Hungría adoptó una bandera propia. Para los asuntos concernientes a ambos Estados, el Imperio utilizó dos banderas especiales: la bandera de guerra era una tribanda albirroja con un escudo centrado en la mitad izquierda, mientras que la bandera mercante sumaba al lado derecho el escudo menor húngaro, y la franja inferior era roja en el sector izquierdo y verde en el derecho.
Tras el fin del Imperio, la República de Austria readoptó el esquema rojo-blanco-rojo el 20 de octubre de 1918 hasta el Anschluss, cuando Austria fue anexionada al Tercer Reich. Tras la derrota nazi en la Segunda Guerra Mundial, la bandera fue reinstaurada el 1 de mayo de 1945.
Catedral de San Esteban de Viena (Stephansdom).
La catedral de San Esteban (en alemán Domkirche St. Stephan, abreviado popularmente como Stephansdom) es la iglesia principal de la archidiócesis de Viena y la sede de su arzobispo. Está situada en la plaza de San Esteban (Stephansplatz), en pleno centro de la capital austríaca. La obra fue iniciada por Rodolfo IV de Austria y se levanta sobre las ruinas de dos iglesias anteriores, siendo la primera de ellas una parroquia consagrada en 1147. El edificio experimentó también varias reformas y ampliaciones a lo largo de su historia, siguiendo distintos estilos artísticos. Es el símbolo religioso más importante de Viena y ha sido testigo de multitud de eventos de la historia de Austria.
En el exterior del edificio se pueden observar el tejado, las dos torres campanario —la Sur y la Norte— y los pórticos de entrada al templo: el de los Cantores, el de las Torres, el del Obispo y el Gigante. La campana Pummerín es una versión reconstruida de la primitiva, que fue dañada por un incendio.
El interior de la catedral consta de tres naves y numerosos altares; cada uno de ellos alberga una variada cantidad de objetos y obras de arte que fueron recibiendo mediante donaciones de diferentes personalidades. Como en todo templo, antiguamente se realizaban entierros bajo sus suelos, por lo que el lugar conserva los sepulcros de varios nobles del país.
Ayuntamiento de Viena (Rathaus).
El Ayuntamiento de Viena (en alemán Wiener Rathaus) es la sede donde toman sus decisiones el alcalde de Viena y el consejo municipal. Como la ciudad de Viena es también un estado federado (Bundesland), el alcalde actúa también como gobernador (Landeshauptmann) y el consejo municipal asume las labores del parlamento (Landtag).
El edificio, de estilo gótico, fue diseñado por Friedrich von Schmidt y construido entre 1872 y 1883. En lo alto de la torre se encuentra el Rathausmann, una escultura dorada de 3,5 metros de altura que representa la figura de un portaestandarte y que se ha convertido en un símbolo de Viena (la ciudad entrega anualmente un premio cuya estatuilla tiene la forma del Rathausmann). Frente al edificio hay un parque llamado Rathauspark.
Palacio de Schönbrunn (Schloos Schönbrunn).
El Palacio de Schönbrunn, también conocido como el Versalles vienés, es uno de los principales edificios históricos y culturales de Austria, desde el siglo XIX ha sido una de las principales atracciones turísticas de la ciudad de Viena y ha aparecido en postales, documentales y diversos filmes cinematográficos.
El palacio, junto con sus jardines, fue nombrado Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 1996.
En 1559 el emperador Maximiliano II hizo construir un pequeño palacio de caza que sería destruido completamente en el segundo sitio de Viena (1683). A raíz de ello, el emperador Leopoldo I encarga a Johann Bernhard Fischer von Erlach la construcción de un palacio para su hijo José (futuro José I). El arquitecto presenta un plan cuya realización, de una manera muy reducida a sus pretensiones iniciales, comenzaría en el año 1696 y finalizaría entre los años 1699 y 1701, aunque no existe consenso en este punto. De esta primera construcción sólo queda la Capilla de Palacio (Schlosskapelle) y la Escalera Azul (Blaue Stiege) con un fresco de Sebastiano Ricci.
Carlos VI no mostró especial interés en Schönbrunn, pero será su hija, María Teresa quien convertiría el palacio en residencia veraniega de los Habsburgo; estatus que conservaría hasta el final de la monarquía en 1918. Durante el gobierno de María Teresa se procede además a una ampliación importante del palacio bajo la batuta de Nikolaus von Pacassi, quien ya había trabajado también para la familia imperial en Hofburg. La mayor parte de la decoración interior tiene su origen en esta época y es una de las pocas muestras existentes del llamado rococó austríaco
Hacia 1765 Johann Ferdinand Hetzendorf von Hohenberg, que es considerado ya un representante de la primera etapa del clasicismo, asume la dirección de los trabajos de construcción del palacio. Su obra más significativa es la Glorieta que completa ópticamente el gran parque palaciego.
Entre 1817 y 1819 Johann Aman lleva a cabo una unificación y simplificación de la fachada siguiendo ya claramente los dictados del clasicismo. De esa época es también el color amarillo tan característico de la fachada, que hasta el siglo XX constituiría una de las “marcas” de la monarquía habsburga, pues todos los edificios oficiales estaban pintados con el mismo color.
(Fecha de adquisición: 11/04/2015)
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