viernes, 23 de octubre de 2015

156. Dedal BARCELONA // BARCELONA´s Thimble

Dedal resina Barcelona.
En mi entrada de hoy os dejo otro dedal de los que me trajo mi novio de sus viajes de trabajo. En esta ocasión es un dedal de resina de la ciudad de Barcelona, aunque realmente este dedal no fue comprado en la ciudad de Barcelona sino en la ciudad de Tarragona. La tienda en cuestión donde fue comprado se llama “Souvenirs, Regalos Eli“, y la podéis encontrar en el Carrer del Pare Iglesias, muy cerquita de la Catedral.

En este dedal de resina que os enseño hoy podemos observar lugares y monumentos típicos de la ciudad. Concretamente en este dedal podemos observar la Basílica de la Sagrada Familia y algunos de los monumentos que podemos encontrar en el Parque Güell. A continuación, voy a pasar a daros alguna información sobre estos dos lugares emblemáticos de la ciudad de Barcelona.

Basílica de la Sagrada Familia.

El Templo Expiatorio de la Sagrada Familia (en catalán Temple Expiatori de la Sagrada Família), conocido simplemente como la Sagrada Familia, es una basílica católica de Barcelona, diseñada por el arquitecto Antoni Gaudí. Iniciada en 1882, todavía está en construcción (agosto de 2015). Es la obra maestra de Gaudí, y el máximo exponente de la arquitectura modernista catalana. Según datos de 2011, es el monumento más visitado de España, con 3,2 millones de visitantes, seguido por el Museo del Prado (2,9 millones) y la Alhambra de Granada (2,3).

La construcción comenzó en estilo neogótico, pero, al asumir el proyecto Gaudí en 1883, se replanteó por completo. Según su proceder habitual, a partir de bocetos generales del edificio, improvisó la construcción a medida que avanzaba. Gaudí se hizo cargo del proyecto con sólo 31 años. Le dedicó el resto de su vida, los últimos quince en exclusiva.

Una de sus ideas más innovadoras fue el diseño de las elevadas torres cónicas que sobresalen apuntadas sobre los portales, y que se van estrechando con la altura. Las proyectó con una torsión parabólica, que otorga una tendencia ascendente a toda la fachada, favorecida por multitud de ventanas que perforan la torre siguiendo formas espirales.

El templo, cuando esté terminado, dispondrá de 18 torres: cuatro en cada una de las tres fachadas y, a modo de cúpulas, se dispondrá un sistema de seis torres, con la torre cimborio central —dedicada a Jesús— de 170 metros de altura, otras cuatro alrededor de esta, dedicadas a los evangelistas, y un segundo cimborio dedicado a la Virgen. Tanto el exterior como el interior están resueltos con un original sistema constructivo basado en la geometría reglada.

En 1926, al morir Gaudí, solo se había construido una torre. Del proyecto del edificio solo se conservaban planos y un modelo en yeso que resultó muy dañado durante la Guerra Civil. Sin embargo, desde entonces han proseguido las obras sin interrupción: actualmente están terminados los portales del Nacimiento y de la Pasión, y se ha iniciado el de la Gloria; se ha cubierto todo el espacio interior, y se han puesto las bases de las seis torres centrales.

La obra que realizó Gaudí, es decir, la fachada del Nacimiento y la cripta, fue incluida en 2005 por la Unesco en el Sitio del Patrimonio de la Humanidad “Obras de Antoni Gaudí“. El templo fue consagrado y declarado Basílica menor el 7 de noviembre de 2010 por el papa Benedicto XVI.

La idea de construir un templo expiatorio dedicado a la Sagrada Familia en unos nuevos terrenos del Ensanche barcelonés fue del librero Josep Maria Bocabella, inspirado por el sacerdote Josep Manyanet —canonizado en 2004—, fundador de las congregaciones religiosas Congregación de Hijos de la Sagrada Familia y Congregación de Misioneras Hijas de la Sagrada Familia de Nazaret, encargadas de promover el culto a la Sagrada Familia y fomentar la educación cristiana de niños y jóvenes. Para tal fin, Bocabella fundó la Asociación de Devotos de San José, con el objetivo de recaudar fondos, y para la construcción del templo adquirió una manzana entera del Ensanche en un lugar conocido como El Poblet, cerca del Camp de l’Arpa, en Sant Martí de Provençals, entre las calles Provença, Mallorca, Marina y Sardenya. El solar costó 172.000 pesetas de la época.

El proyecto fue encargado en primer lugar al arquitecto Francisco de Paula del Villar y Lozano, que ideó un conjunto neogótico y desechó la idea de Bocabella de hacer una réplica del Santuario de Loreto (Ancona, Italia) —que se supone guarda la que fue la casa de José y María en Nazaret—.

El proyecto de Villar consistía en una iglesia de tres naves, con los elementos típicos del gótico, como los ventanales alveolados, los contrafuertes exteriores y un alto campanario en forma de aguja.

La primera piedra se colocó el 19 de marzo de 1882 (día de San José), con la presencia del entonces obispo de Barcelona José María Urquinaona. Gaudí asistió a la ceremonia, ya que había trabajado como ayudante de Villar en varios proyectos; en ese momento no se podía imaginar que él pasaría a ser el arquitecto de dicha obra. Las obras no se iniciaron hasta el 25 de agosto de 1883, siendo adjudicadas al contratista Macari Planella i Roura.

En 1883 Villar renunció por desavenencias con Joan Martorell, arquitecto asesor de Bocabella. El proyecto se ofreció al propio Martorell, pero al rehusar este fue ofrecido a un joven Gaudí de 31 años. Gaudí había sido ayudante de Martorell en varias construcciones, hecho que motivó la recomendación del recién licenciado arquitecto, que aún no había ejecutado grandes obras. Al hacerse cargo Gaudí del proyecto lo modificó por entero —salvo la parte ya construida de la cripta—, y le imprimió su estilo peculiar. Durante los restantes 43 años de su vida trabajó intensamente en la obra, los últimos 15 años de forma exclusiva. Esta dedicación tan intensa tiene su explicación, además de la magnitud de la obra, por el hecho de que Gaudí definía muchos aspectos a medida que la construcción avanzaba, en lugar de haberlos concretado previamente en sus planos e instrucciones.

Por ello su presencia personal en la obra era de gran importancia.

Desde 1895 la gestión del proyecto corrió a cargo de la Junta Constructora del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia, una fundación eclesiástica creada para promover la construcción del templo a través de donativos e iniciativas públicas y privadas. Su actual presidente es el cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez i Sistach. Para la difusión de su labor, la Junta Constructora edita desde 1867 una revista, llamada inicialmente El Propagador de la Devoción a San José y desde 1948 Templo (actualmente Temple, en catalán). En 2001 la Junta recibió el premio Creu de Sant Jordi que otorga la Generalidad de Cataluña.

Gaudí estimaba que la construcción duraría siglos. Por ello, propuso a la Junta Constructora levantar y terminar la fachada del Nacimiento al objeto de que la generación que había comenzado la obra viese algo acabado y, simultáneamente, esa fachada terminada pudiera servir de estímulo a futuras generaciones para continuar el templo. Su propuesta fue aceptada.

En 1923, aún en vida de Gaudí, en el boletín de la Asociación de Arquitectos de Cataluña se publicaron los cálculos de la estructura de las naves firmados por su ayudante Domènec Sugrañes.

En esos cálculos se han basado los que han continuado la construcción, aunque ha sido preciso adaptarlos para cumplir la normativa vigente en la actualidad.

Gaudí, consciente de que la construcción del templo la llevarían a cabo generaciones posteriores, intentó definir el proyecto sobre planos, pero, sabiendo que no le daría tiempo en vida, realizó en detalle tres maquetas en yeso a escala 1:10 y 1:25 de las partes más significativas, con la esperanza de que fuesen empleadas como modelos en el resto del edificio. Gaudí proyectó en tres maquetas tridimensionales la nave central, la sacristía y la fachada de la Gloria. La maqueta de la nave principal debía servir de modelo para el resto de las naves y la maqueta de la sacristía debía ser el modelo para las torres centrales.

Durante la vida de Gaudí sólo se hizo la fachada del Nacimiento, con escultura de Carles Mani, Llorenç Matamala y Joan Matamala, contando con los dibujos de Ricard Opisso. El arquitecto solo llegó a ver coronada una de las torres antes de su fallecimiento, la de San Bernabé. A su muerte se hizo cargo de las obras su ayudante Domènec Sugrañes (durante los años 1926-1936), el cual finalizó las tres torres que quedaban en la fachada del Nacimiento.

El 20 de julio de 1936, dos días después del alzamiento militar que originó la Guerra Civil Española, grupos anticlericales incendiaron la cripta, por lo que se destruyó en su mayor parte el taller en el que Gaudí había trabajado, y donde se encontraban sus esbozos, maquetas y modelos. Unos días después del destrozo, el arquitecto Lluís Bonet i Garí solicitó que se rescataran los fragmentos rotos de las maquetas, y gracias a esta intervención una brigada municipal recuperó los fragmentos, que fueron guardados. Entre estos, otros que quedaron enterrados y que se recuperaron posteriormente y las fotografías conservadas de las maquetas originales, a partir de 1940 Francesc Quintana, Isidre Puig i Boada y Lluís Bonet i Garí restauraron y reconstruyeron los modelos, elaboraron sus planos y construyeron una nueva réplica de la maqueta de la nave principal a escala 1:10, que hoy se puede contemplar en el museo de la basílica.

Cuando en 1944 se reemprendió la construcción de la Sagrada Familia tuvo que definirse en primer lugar cómo debía procederse, para edificar el templo de la forma más fiel a las ideas de Gaudí. Al frente de esta gigantesca tarea estuvieron los arquitectos Francesc Quintana, Isidre Puig i Boada y Lluís Bonet i Garí, mientras que de la obra escultórica se encargó Jaume Busquets. Posteriormente, cuando se construyó la fachada de la Pasión, el conjunto principal de las figuras escultóricas le fue encargado a Josep Maria Subirachs. Las obras de este último han originado cierta polémica, debido a que ha creado esculturas totalmente contemporáneas alejadas del estilo realista que Gaudí incluyó en la fachada del Nacimiento. Igualmente, el escultor japonés Etsuro Sotoo ha colaborado en algunas esculturas de la fachada del Nacimiento. Desde 1987 hasta 2012 las obras estuvieron bajo la dirección de Jordi Bonet i Armengol, fecha en que fue sustituido por Jordi Faulí i Oller.

Uno de los puntos que ha suscitado mayor controversia en torno a la Sagrada Familia es su ubicación en el entramado urbanístico de Barcelona: cuando comenzaron las obras se encontraba en un descampado, pero pronto fue integrada en el rápido desarrollo producido en la ciudad a principios del siglo XX. En 1905 Gaudí realizó un proyecto para englobar la Sagrada Familia dentro del Plan Jaussely, el nuevo proyecto de enlaces que debía conectar el ensanche del Plan Cerdá con los nuevos municipios agregados: concibió situar el templo dentro de una zona ajardinada en forma de estrella octogonal, que habría proporcionado una visión óptima del templo desde todas las zonas circundantes. Finalmente, debido al coste de los terrenos, redujo el proyecto a una estrella de cuatro puntas, que permitía una amplia visión desde todos los vértices. Sin embargo, el plan de Gaudí finalmente no se llevó a cabo: en 1975 el Ayuntamiento de Barcelona realizó un estudio urbanístico que preveía habilitar una zona en forma de cruz en torno a la Sagrada Familia, con cuatro plazas ajardinadas en cada punta del templo; aun así, en la actualidad solo existen dos de estas plazas, y la creación de las nuevas supondría el derribo de varios edificios, por lo que aún se estudia la solución ideal para enmarcar la Sagrada Familia en el entorno que merece. En diciembre de 2013 el Ayuntamiento publicó un informe con varias propuestas de urbanización del entorno del templo, elaborado por la firma Estudi Massip-Bosch Arquitectes, en el que se ofrecen ocho posibles soluciones: dejarlo tal como está; hacer una avenida de 60 metros de ancho hasta la Diagonal, que afectaría parcialmente a dos manzanas de edificios; hacer la misma avenida pero más estrecha; hacer una avenida de ancho estrecho hasta la calle Valencia, que solo afectaría a una manzana de viviendas; hacer una avenida hasta la Diagonal más ancha, derribando por completo las dos manzanas; eliminar por completo la primera manzana, creando una plaza similar a las dos adyacentes a las fachadas del Nacimiento y de la Pasión; la estrella de cuatro puntas esbozada por Gaudí; y, por último, una variante de la anterior en menor tamaño. La decisión final deberá realizarse en consenso entre el Ayuntamiento, la Junta Constructora y los vecinos afectados.

La Sagrada Familia ha tenido varios eventos destacados: en 1920 se celebró el Año Jubilar de San José con procesiones, peregrinaciones y misas, y se cantó el Aleluya de Händel por mil cantantes de orfeones venidos de toda Cataluña, dirigidos por Lluís Millet. En 1952, con motivo del 35º Congreso Eucarístico Internacional celebrado en Barcelona, se inauguró la iluminación artística de la fachada del Nacimiento. En 1981 se abrió la plaza Gaudí frente a la Sagrada Familia, con un proyecto de jardines de Nicolau Maria Rubió i Tudurí, donde destaca el estanque, en cuyas aguas queda reflejado el templo. Al año siguiente, con motivo del centenario de la colocación de la primera piedra, el templo recibió la visita del papa Juan Pablo II. Igualmente, el 18 de marzo de 2007 se conmemoró el 125 aniversario de la colocación de la primera piedra del templo con una fiesta, conciertos y bailes de sardana (La santa espina) alrededor de todo el templo. La Sagrada Familia es escenario habitual de numerosos actos culturales y encuentros religiosos.

Parque Güell.

El Parque Güell (Parc Güell en catalán y Park Güell en su denominación original) es un parque público con jardines y elementos arquitectónicos situado en la parte superior de la ciudad de Barcelona, en la vertiente meridional del Monte Carmelo, perteneciente a las estribaciones de la sierra de Collserola —en la cara septentrional se halla el Parque del Carmelo—.

Administrativamente pertenece al barrio de La Salud, en el distrito de Gracia. Ideado como urbanización, fue diseñado por el arquitecto Antoni Gaudí, máximo exponente del modernismo catalán, por encargo del empresario Eusebi Güell. Construido entre 1900 y 1914, fue inaugurado como parque público en 1926. En 1984 la Unesco incluyó al Parque Güell dentro del Lugar Patrimonio de la Humanidad “Obras de Antoni Gaudí“.

El Parque Güell es un reflejo de la plenitud artística de Gaudí: pertenece a su etapa naturalista (primera década del siglo XX), periodo en que el arquitecto perfeccionó su estilo personal, a través de la inspiración en las formas orgánicas de la naturaleza, para lo que puso en práctica toda una serie de nuevas soluciones estructurales originadas en sus profundos análisis de la geometría reglada. A ello añade el artista catalán una gran libertad creativa y una imaginativa creación ornamental: partiendo de cierto barroquismo sus obras adquieren gran riqueza estructural, de formas y volúmenes desprovistos de rigidez racionalista o de cualquier premisa clásica. En el Parque Güell desplegó Gaudí todo su genio arquitectónico, y puso en práctica muchas de sus innovadoras soluciones estructurales que serían emblemáticas de su estilo organicista y que culminarían en la Sagrada Familia.

El parque fue concebido por Güell y Gaudí como un conjunto estructurado donde, dentro de un incomparable marco de belleza natural, se situarían unas viviendas de alto standing, con todos los adelantos tecnológicos de la época para procurar el máximo confort, con unos acabados de gran calidad artística. Asimismo, idearon un conjunto impregnado de un fuerte simbolismo, ya que procuraron sintetizar en los elementos comunes del parque muchos de los ideales tanto políticos como religiosos que compartían mecenas y arquitecto: así, son perceptibles en el conjunto conceptos procedentes del catalanismo político —sobre todo en la escalinata de acceso, donde se representan los Países catalanes—, y de la religión católica —en el Monumento al Calvario, ideado en principio como capilla—. También es importante el elemento mitológico: según parece, Güell y Gaudí se inspiraron en el Templo de Apolo de Delfos para su concepción del parque.

Por otro lado, numerosos expertos han querido ver en el parque una serie de referencias de variado signo, debido a la compleja iconografía aplicada por Gaudí al conjunto del proyecto urbanístico, referencias que van desde la reivindicación política hasta la exaltación religiosa, pasando por la mitología, la historia o la filosofía. En concreto, muchos estudiosos pretenden ver referencias a la masonería, hecho poco probable debido a las profundas creencias religiosas tanto de Gaudí como del conde Güell, y en todo caso no probado por ningún indicio objetivo en toda la historiografía del arquitecto modernista. La multiplicidad de símbolos desarrollada en el Parque Güell es, como se ha dicho, de signo político y religioso, en todo caso con cierto carácter mistérico debido al gusto de la época por los enigmas y acertijos.

El parque debe su nombre a Eusebi Güell, rico empresario catalán miembro de una influyente familia burguesa de la ciudad condal. Hombre polifacético y de gran cultura, fue escritor, pintor, lingüista, químico y biólogo. Asimismo, militó en el catalanismo y fue diputado en las Cortes (1878). En 1910 fue nombrado conde por el rey Alfonso XIII. Amigo íntimo y mecenas de Gaudí, le encargó muchas de las obras efectuadas por el arquitecto modernista, sin interferir en sus decisiones artísticas. Para el conde Güell, Gaudí construyó, además del Parque Güell, el Palacio Güell, las Bodegas Güell, los Pabellones Güell y la cripta de la Colonia Güell.

El Parque Güell se formó por la unión de dos fincas, Can Muntaner de Dalt y Can Coll i Pujol, en la llamada “Montaña Pelada” (hoy día Monte Carmelo), adquiridas por Güell en 1899. El terreno había pertenecido al marqués de Marianao (alcalde de Barcelona en 1905-1906 y 1910-1911), promotor del Parque de Samà en Cambrils, obra de Josep Fontserè (1882), uno de los maestros de Gaudí. Según los expertos, el Parque de Samà pudo servir de influencia para el arquitecto reusense.

El conde Güell se instaló en una gran mansión situada en el recinto del parque antes de su urbanización, la Casa Larrard, que Gaudí reformó entre 1906 y 1922; actualmente es un colegio (CEIP Baldiri Reixac).

Fue el conde Güell quien proyectó convertir la falda de la montaña en una urbanización, encargo que encomendó a Gaudí, con el que mantenía una fructífera relación profesional desde 1878, fecha en que el empresario quedó impresionado con el talento del joven arquitecto al ver una obra suya (una vitrina realizada para la Guantería Comella) en la Exposición Universal de París de ese año. Junto con Gaudí trabajaron algunos de sus colaboradores más habituales, como Josep Maria Jujol, Francesc Berenguer, Joan Rubió y Llorenç Matamala. Las obras corrieron a cargo del contratista Josep Pardo i Casanovas.

Güell y Gaudí tenían en mente un proyecto al estilo de las ciudades-jardín inglesas (lo que queda manifiesto en la ortografía inicial Park Güell), siguiendo las teorías de Ebenezer Howard. El conde Güell tenía experiencia con la organización laboral inglesa, como se vio reflejado en su proyecto de ciudad obrera de la Colonia Güell, en Santa Coloma de Cervelló. Asimismo, Güell se inspiró para las zonas ajardinadas en el Jardín de la Fontaine de la ciudad de Nîmes, donde vivió en su juventud.

Sin embargo, pese al empeño puesto por ambos, el proyecto fue un fracaso comercial: estaba previsto construir una urbanización de gran categoría, con aproximadamente 60 viviendas diseminadas en un inmenso jardín, en las inmediaciones de la ciudad y con una vista panorámica sobre toda Barcelona.

Cada parcela tenía de 1.200 a 1.400 m2, de los que solo serían edificables de 200 a 240 m2, una sexta parte de la parcela, destinando el resto a jardines. El precio de venta estaba entre 0,75 y 1 peseta el palmo cuadrado, por lo que una parcela podía valer de 23.000 a 37.000 pesetas, un precio un poco caro para la época. Pero el proyecto resultó poco atractivo para los barceloneses, que encontraron que la zona, entonces poco urbanizada, quedaba lejos del centro de Barcelona, y sólo se vendieron dos parcelas: una de ellas es la actual Casa-Museo Gaudí, donde vivió el arquitecto entre 1906 y 1925, obra de su colaborador Francesc Berenguer; y la otra la Casa Trias, propiedad del abogado Martí Trias i Domènech, amigo de Güell y Gaudí, obra del arquitecto Juli Batllevell (1905).

Quizá el motivo del fracaso del proyecto se pudo deber a la huelga general de 1902, que acentuó las distancias entre la burguesía y el proletariado, e inició un período de inestabilidad política que culminó en la Semana Trágica de 1909. Otro factor pudo ser la manifiesta catalanidad del parque, en un momento en que las clases dirigentes catalanas se acercaban al gobierno central para asegurarse la tutela del ejército frente a la insurgencia obrera.

Hacia 1906 ya se empezó a ver que el proyecto no daría el fruto esperado; aun así, las obras siguieron en marcha para las zonas comunes de la urbanización, hasta 1914, en que fueron paralizadas tras el inicio de la Primera Guerra Mundial. La cronología de las obras del parque sería la siguiente: el inicio fue en noviembre de 1900, y desde esta fecha hasta 1903 se construyó la cerca que rodea el parque, los pabellones de entrada, el refugio para carruajes, la escalinata de acceso, los caminos y viaductos y el sistema de alcantarillado; entre 1904 y 1906 se construyó la casa de muestra, actual Casa-Museo Gaudí; en 1905 se edificó la Casa Trias; entre 1908 y 1909 se construyó la Sala Hipóstila; y entre 1907 y 1913 se erigió el teatro griego con el banco ondulado.

Después de la muerte del conde Güell en 1918, sus herederos decidieron vender al Ayuntamiento de Barcelona el parque para convertirlo en público. La primera cuota de 500.000 pesetas la pagó el Ayuntamiento a la sociedad anónima creada por los herederos de Güell después del fallecimiento de Gaudí (1926), y ese mismo año se abrió el parque, que desde entonces es uno de los puntos neurálgicos de la ciudad de Barcelona, lugar de celebración de numerosos espectáculos y actos públicos y centro de gran interés turístico.

En 1969 el Parque Güell fue nombrado Monumento Histórico-Artístico de Carácter Nacional, y en 1984 la UNESCO lo incluyó dentro del Lugar Patrimonio de la Humanidad “Obras de Antoni Gaudí“. Entre 1987 y 1994 se hizo una restauración del parque, a cargo de Elías Torres y José Antonio Martínez Lapeña, con la colaboración de Joan Bassegoda. Queda pendiente un proyecto de adecuación de la cara norte de la montaña —que no entró en el proyecto de Gaudí—, especialmente la zona de la fuente de San Salvador de Horta y del Castillo d’en Frey, mansión señorial construida en los años 1920 y derruida en los años 1960, del que solo quedan vestigios de las murallas.

(Fecha de adquisición: 31/07/2015)

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