Carballo es un municipio español y capital de la comarca de Bergantiños, en la provincia de La Coruña, Galicia.
Está situado entre las Mariñas y la Costa de la Muerte (Costa da Morte). Tiene una buena situación geográfica, que le permite establecer fáciles comunicaciones con las principales ciudades de Galicia y disfrutar de la diversidad paisajística que configuran sus ríos. Esto es evidente entre el río Anllóns, y a través del espacio natural de Razo–Baldaio se asoma al océano Atlántico por uno de los puntos más occidentales de la Península Ibérica.
Carballo estuvo poblado desde épocas muy remotas, lo cual demuestra su patrimonio artístico y los utensilios paleolíticos encontrados en yacimientos costeros en el Espacio Natural de Baldaio, que son expuestos en el Museo Arqueológico de La Coruña.
En las Brañas do Carregal (parroquia de Aldemunde) se encuentran los restos del dolmen de Pedra Moura, perteneciente a la cultura megalítica. También existen numerosos restos castreños de los que, a pesar de su conservación irregular, se puede deducir la elevada ocupación del territorio de esta zona durante la cultura castreña y parte de la Edad Media. Los estudios realizados indican que el nombre de la comarca, Bergantiños, podría tener su origen en la tribu celta de los brigantinos.
De la época romana quedan muy pocos restos arqueológicos. Destacan el castro de Torre Pardiñas, en Razo, en el que la influencia romana se percibe en su esquema defensivo, y especialmente el puente romano de Lubiáns, que formaba parte de la calzada romana Per Loca Maritima. Los restos que todavía se ven se supone que datan de la época medieval o del siglo XVIII.
Carballo también fue conocido desde la antigüedad por las propiedades medicinales de sus aguas sulfurosas conocidas como Baños Vellos, que todavía se explotan comercialmente hoy en día, tal y como lo demuestran los restos de una villa termal encontrada en el siglo XVIII. Sus propiedades medicinales están indicadas en afecciones respiratorias no específicas así como en problemas hormonales (hipotiroidismo, hipogonadismo).
El ayuntamiento de Carballo fue creado en el año 1836. En 1920 el arquitecto Julio Galán construyó la Casa Consistorial usada hasta 1974. En las décadas de 1920 y 1930 Carballo se modernizó ampliamente, siendo construidas escuelas y abriéndose plazas. Durante los años 1940, la explotación de wolframio inició una época de crecimiento que alcanzó su máximo auge a partir de los años 1960 y 1980, y durante el último tercio del siglo XX se produjo una amplia expansión urbanística.
Una parroquia con fuerte personalidad propia es la de Rebordelos, perteneciente a la jurisdicción de Caión durante toda la Edad Media y parte de la Moderna y constitutiva de ayuntamiento independiente hasta 1836. Existe una mámoa en la carretera que va a la playa de Pedra do Sal, un castro celta en el lugar de Costenla, varias casas señoriales en el de Vilar de Peres y la capilla de San Juan con su crucero en el de Leira. En el iglesario de Rebordelos se sabe de la presencia del Conde de Grajal y el Convento de San Agustín y de la familia de los Rodríguez–Arijón. La iglesia de San Salvador se ubica en el centro del lugar, con una calle que la circunda. El crucero a unos 150 metros. La parroquia de Rebordelos está bañada por el océano Atlántico: marismas de Baldaio, Pedra do Sal, playas de A Lapeira, Arnela y Leira, Puerto Loureiro y Pedra Furada, testigos de innumerables naufragios.
En este dedal de Carballo, podemos ver representado un símbolo celta que da constancia de la historia de este municipio, este símbolo se denomina Trisquel.
El trisquel, triskelion ó triskele (de simetría rotacional) es un motivo (artístico) que consiste en tres espirales unidas, tres piernas humanas dobladas o tres líneas extendidas o dobladas desde el centro del símbolo. La palabra proviene del griego triskelés τρισκελής que significa “tres piernas”, del prefijo “τρι-“( tri-) tres veces y “σκέλος” (skelos) pierna. A pesar de que aparece en varios lugares y periodos incluyendo en el 3200 a.C en Newgrange, es parte característica esencial del arte céltico de la cultura La Tène de la edad de Hierro. Se incluye en el escudo de la Isla de Man, y con una cara central de medusa en el de la isla italiana de Sicilia.
Según la cultura celta, el triskelion representa la evolución y el crecimiento, el equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu. Manifiesta el principio y el fin, la eterna evolución y el aprendizaje perpetuo. Entre los druidas simbolizaba el aprendizaje, y la trinidad Pasado, Presente y Futuro.
Según esta cultura, los druidas eran los únicos que podían portar este símbolo sagrado. Como talismán, era utilizado para aliviar fiebres y curar heridas. Se han encontrado numerosos trisqueles en forma de petroglifos grabados en la piedra; tales vestigios son muy comunes en las comunidades autónomas españolas de Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco convirtiéndose el citado símbolo en un icono representativo de la cultura celta.
También se han encontrado trísqueles prerromanos (trescelas dextrógiras y levógiras) en Vizcaya, en las estelas encontradas en Meñaca, Dima y Zamudio. Así mismo, aparecía en acuñaciones monetarias de la ciudad prerromana de Ilíberis (hoy Granada).
Actualmente el significado antiguo asignado por los celtas fue cambiado y es usado en Europa en países principalmente célticos como Francia, Irlanda y Escocia, ahora cristianos, donde el triskele es la Santísima Trinidad, padre, hijo y espíritu santo.
(Fecha de adquisición: 10/09/2015)
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