Torres KIO.
Las dos torres que conforman la llamada Puerta de Europa, también conocidas como Torres KIO (debido a que fueron promovidas por la empresa kuwaití KIO, Kuwait Investments Office) son dos torres inclinadas la una hacia la otra, 15° respecto a la vertical, con una altura de 114 m y 26 plantas.
La Puerta de Europa son las segundas torres gemelas más altas de España, tras las Torres de Santa Cruz en Santa Cruz de Tenerife, con 120 metros sin contar los pararrayos. Están situadas en la Plaza de Castilla de Madrid, entre el centro financiero de AZCA y las Cuatro Torres Business Area.
Su construcción dio lugar al caso de estafa de Urbanor que implicó a los Albertos y al Banco Central de España cuando los querellantes (el arquitecto Pedro Sentieri y el constructor Julio San Martín) denunciaron a sus ex socios Alberto Alcocer y Alberto Cortina alegando que obtuvieron más dinero en la operación a pesar de que éstos eran los socios mayoritarios, y que cobraron el pago de KIO en acciones del Banco Central, debido a que la operación había sido instrumentada para lograr el control de dicha entidad.
La torre de la izquierda en dirección salida de Madrid se conoce como Puerta de Europa I, en tanto que la otra se conoce como Puerta de Europa II. Para evitar su confusión la primera dispone de un helipuerto pintado en color azul y la segunda en rojo. La torre de la izquierda tiene el logotipo de Bankia (anteriormente, tuvo el de Caja Madrid y también los dos simultáneamente), mientras que la torre de la derecha tiene el logotipo de Realia, una empresa inmobiliaria. Este logo fue añadido posteriormente.
Se inauguraron simultáneamente en 1996 y son obra de los arquitectos estadounidenses Philip Johnson y John Burgee. Se trató de los primeros rascacielos inclinados que se construyeron en el mundo. Fueron construidas y proyectadas entre la década de los ochenta y noventa, para dignificar el entorno de la Plaza de Castilla (donde se encuentra el monumento a José Calvo Sotelo) mientras son atravesados por el Paseo de la Castellana.
En 2007 Caja Madrid decidió comprar la Torre Repsol, a la cual moverá su sede una vez haya sido acabada. Después de la construcción se produjo un juicio llamado el “caso KIO“, en el que se condenó al empresario español Javier de la Rosa por el desvío de más de 375 millones de euros del grupo KIO y de su filial española Grupo Torras. Uno de los acusados del 11-M supuestamente declaró antes del atentado su intención de no descansar hasta que hubiese derribado las Torres KIO.
La fisionomía de la plaza Puerta de Europa y los alrededores de las torres KIO, cambiaron drásticamente a mediados de 2009 con la construcción del Obelisco de la Caja en la rotonda central de la plaza, con motivo del 300 aniversario de Caja Madrid.
Oso y Madroño.
La estatua del oso y del madroño es una escultura de la segunda mitad del siglo XX, ubicada en la ciudad española de Madrid. Representa las armas heráldicas de la villa y se encuentra instalada en la cara oriental de la Puerta del Sol, entre las calles de Alcalá y Carrera de San Jerónimo, en pleno centro histórico de la capital.
La estatua es obra del escultor Antonio Navarro Santafé (1906-1983) y se inauguró en 1967. Fue promovida por la sección de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, que quiso representar monumentalmente los principales símbolos heráldicos de la ciudad y de España.
La primera aparición de un oso rampante y de un madroño frutado en el escudo de la villa se sitúa en el siglo XIII. Con anterioridad, las armas incorporaban únicamente a un oso en actitud pasante, sustituido a partir del citado siglo por las dos actuales figuras.
Con este cambio se quiso simbolizar la resolución adoptada por el municipio y el Cabildo de Curas y Beneficiarios, tras un largo litigio por el control de los pastos y árboles de las tierras madrileñas. Según este acuerdo, los primeros pasaron a ser propiedad del Cabildo y los segundos del concejo. De ahí que se modificasen las armas, con la inclusión de un madroño y de una nueva postura para el oso, irguiéndose sobre el árbol.
La escultura siempre ha estado en la Puerta del Sol, aunque con dos ubicaciones diferentes dentro de la plaza. Hasta 1986 estuvo situada en el lado oriental de la misma, en las inmediaciones del edificio que se levanta entre la calle de Alcalá y la Carrera de san Jerónimo. En ese año fue trasladada al inicio de la calle del Carmen, en el contexto de las obras de reforma y remodelación de la plaza impulsadas por el alcalde Enrique Tierno Galván. En septiembre de 2009, con la renovación integral de la plaza promovida por Alberto Ruiz-Gallardón, ha vuelto a su emplazamiento original.
La estatua del oso y del madroño está realizada en piedra y bronce. Pesa aproximadamente 20 toneladas y mide 4 m de altura. Descansa sobre un pedestal cúbico escalonado, hecho en granito.
Representa de forma realista las armas heráldicas de Madrid, con el madroño superando en altura al oso y éste apoyando sus manos sobre el tronco y dirigiendo sus fauces hacia uno de los frutos.
La Cibeles.
La fuente de Cibeles (más conocida por el pueblo madrileño sencillamente como La Cibeles) se encuentra en la ciudad española de Madrid, en la plaza del mismo nombre. Se instaló en 1782 en el Salón del Prado, junto al Palacio de Buenavista, de cara a la fuente de Neptuno (actualmente en el centro de la plaza de Cánovas del Castillo, en el Paseo del Prado junto al Palacio de Villahermosa, actual Museo Thyssen-Bornemisza, y al Hotel Palace). Incluye a la diosa Cibeles, símbolo de la Tierra, la agricultura y la fecundidad, sobre un carro tirado por leones. La actual plaza se llamó al principio Plaza de Madrid y en el año 1900 tomó el nombre plaza de Castelar. En la actualidad está delimitada por los grandes edificios del Palacio de Buenavista (Cuartel General del Ejército), Palacio de Linares (Casa de América), Palacio de Comunicaciones (antes sede de Correos y actualmente de la Alcaldía de Madrid) y Banco de España. Lo curioso es que cada uno de estos monumentos pertenece a un barrio distinto de Madrid.
Los encargados de su realización fueron Francisco Gutiérrez (figura de la diosa y el carro), Roberto Michel (los leones) y el adornista Miguel Ximénez, de acuerdo con el diseño de Ventura Rodríguez. La diosa y los leones fueron esculpidos en mármol cárdeno del pueblo de Montesclaros (Toledo), y el resto en piedra de Redueña, localidad enclavada a 53 km al norte de Madrid, cerca de la sierra de La Cabrera.
El estar enclavada en un lugar tan céntrico, su ajetreada historia, e incluso tradiciones recientes como lugar de celebraciones deportivas de los triunfos del Real Madrid en todas las competiciones han contribuido a que sea uno de los más conocidos símbolos de Madrid a nivel mundial.
En la segunda mitad del Siglo XVIII surge en Europa la Ilustración, un movimiento que incluye renovación ideológica, política y también artística, primando el neoclasicismo como una revisión de los cánones y de la mitología griega y romana. Carlos III vendrá de Italia fuertemente influenciado por la Ilustración, emprendiendo una serie de reformas urbanísticas en Madrid (alumbrado público, adoquinado de calles, etcétera). Estas reformas de la capital también adquieren una relevancia estética. El objetivo es situar a la capital de España, Madrid, al nivel estético de ciudades europeas como París o San Petersburgo. En este plan de renovación estética se incluyen otros proyectos emblemáticos como la Puerta de Alcalá o la Fuente de Neptuno.
Bandera de la Comunidad de Madrid.
La bandera de la Comunidad de Madrid aparece regulada en el artículo 2º de la Ley 2/1983, de 23 de diciembre, que establece la bandera, el escudo y el himno de dicha comunidad autónoma. Según el texto de la mencionada norma, es de color rojo carmesí (expresando así su castellanidad, como rasgo esencial), con siete estrellas blancas y de cinco puntas, colocadas en el centro de la misma y alineadas en dos hileras, cuatro arriba y tres abajo. Sus proporciones son de siete de ancho por once de largo.
Cada una de sus estrellas representa a las correspondientes estrellas principales de la constelación de la Osa Mayor, que se recorta sobre la sierra del Guadarrama, dominando de esta manera el cielo de las tierras que formaban el antiguo concejo madrileño, creado en tiempos de la Reconquista y que abarcaba el territorio situado al sur de dicha sierra, hasta alcanzar el río Tajo.
El escudo de la Villa de Madrid también acabará recogiendo estas siete estrellas sobre fondo azul.
Actualmente podemos ver cómo sigue habiendo en él una bordura de azur cargada con las siete estrellas, la cual rodea totalmente la figura del oso apoyado en el madroño que ostenta el hoy vigente escudo de armas de la capital de España.
Al tener que adoptarse una bandera propia tras la constitución de la Comunidad de Madrid, acontecida en 1983, se decidió colocar las siete estrellas del antiguo concejo madrileño sobre un fondo rojo carmesí; color que es del pendón de Castilla, antiguo reino hispánico al que pertenecían las tierras madrileñas. Las estrellas tienen cinco puntas por las cinco provincias que rodean a la de Madrid, ya desde 1833: Ávila, Segovia, Guadalajara, Cuenca y Toledo.
Por lo tanto, se recurrió a dos antiguos símbolos vinculados al concejo madrileño para dotar de enseña a un territorio que alcanzó su actual configuración tras la organización provincial de España creada por el ministro de Fomento Javier de Burgos, en 1833.
La definición de la bandera fue llevada a cabo por el poeta Santiago Amón Hortelano, con diseño de José María Cruz Novillo, por encargo del primer presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina.
Con anterioridad, Madrid estaba integrado en Castilla la Nueva o antiguo Reino de Toledo; razón por la que, históricamente, siempre utilizó como propios los símbolos de Castilla.
Este dedal fue comprado en una de las tiendas que podemos encontrar en la Plaza Mayor de la capital española. No os puedo decir el nombre de dicha tienda porque este dedal no lo compré yo directamente sino indirectamente.
(Fecha de adquisición: 04/09/2015)
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